Empresa Pagés
Es posible que para la gran mayoría de aficionados, la temporada taurina haya quedado algo descafeinada por las suspensiones. Es imposible predecir el tiempo. Todo el mundo quiere sol y brillante luz en la Plaza de Toros de la Real Maestranza y que el dorado albero del Baratillo esté reluciente y a punto.
Un año más, la Empresa Pagés ofreció lo mejor de lo mejor. Los carteles fueron enormemente atractivos. Y aquellos toreros que no quisieron aceptar la oferta de Canorea y de Valencia, peor para ellos. Este año, además, la Empresa sevillana celebró efemérides y afinó las ternas para crear el mayor espectáculo del mundo.
Es cierto que seis suspensiones acaban con el cuadro, pero fueron las inclemencias del tiempo las que se cargaron el invento.
Los rejones en la tradicional corrida de la Cruz Roja pusieron fin a todos los ciclos taurinos del año. A partir de ahora, Eduardo Canorea y Ramón Valencia comenzarán a preparar la nueva temporada. Serán meses de intensas sesiones de trabajo con apoderados y ganaderos. Búsqueda intensa de reses bravas en el campo y ofertas y contraofertas en los despachos. La Empresa Pagés tiene tradición y solera para componer un buen programa taurino para el 2009. Todo cuanto se ha desarrollado en este 2008 servirá de experiencia para tomar nuevas decisiones, siempre es positivo para mejorar el espectáculo. Históricamente, ningún maestro sublime o polémico ídolo ha faltado a la cita maestrante. Y ahí están las hemerotecas para comprobar la positiva labor de la empresa sevillana. Así pues, cuando en las vísperas de la Cuaresma del próximo año Canorea y Valencia presenten los carteles de la nueva temporada, ofrecerán a Sevilla lo mas granado, notable y principal, de la Fiesta de los toros.