Quinta corrida de Feria con farolillos y décimo séptima del abono de la Maestranza : La afición aguantó sorprendentemente que las reses de Marca campean sin respeto por el Coso sevillano del Baratillo
Se hablará con toda seguridad de la faena magistral de Talavante, de la despedida de César Rincón, de El Cid y su cuarta Puerta del Príncipe, de los derechazos de Morante y de los dos pañuelos blancos de Pulido. Pero en las corridas del abono de la temporada taurina en la Real Maestranza se han vivido tardes muy aciagas por la falta de sabiduría y calidad de los toreros y, sobre todo, por la escasa raza y de casta de la mayoría de los animales que saltaron a la plaza. Con otros toros más asequibles, los espadas carecieron de habilidad para sacar más partido de estos morlacos.
La quinta corrida de la Feria con farolillos y la décimo séptima del abono de la Real Maestranza fue un fraude taurino a los espectadores que acudieron hasta poner el no hay billetes. El tradicional y piropeado silencio de la Maestranza debió quedar aparcado en este festejo y organizar un levantamiento de masas desde los tendidos y las gradas para protestar contra la salida al albero del Baratillo de las impresentables reses de José Luís Marca.
Reses de marcaembustes para toreros que tampoco tuvieron la fe necesaria en el ruedo maestrante para romper esta aciaga tardecita de toros. Manuel Benítez "El Cordobés" quiso esconder las escasitas fuerza de "Lunito", un negro mulato listón que desde que saltó al ruedo quería dormir en la arena. Se cuidó el toro en puyas y en banderillas. Pero "Lunito" no estaba para muchos trotes. Se rindió antes de oler la muleta del torero y el animal se echó cerca de la barrera del 4. Allí, entre protestas poco apoyadas, "El Cordobés", contrariado, liquidó al endeble morlaco.
Volvió a salir en segundo lugar, para Rivera Ordóñez, otro toro de la misma mala marca. El madrileño intentó, con varios pases por alto, que el animal no se durmiera en la arena. Hubo tímidas protestas del público, pero "Pajarito", un negro mulato de pega, se quedó fritito.
Menos mal que "El Fandi" hizo la primera exhibición atlética. Se prestó a este juego "Fogoso", un toro negro bragao meano, que hasta que tuvo fuerzas fue el más entonado de la deficiente manada.
David Fandila, tal como estaba el patio, buscó levantar la nefasta tarde a fuerza de sus carreritas ante la cara del toro en la suerte de banderillas. El público, que agradece cualquier cosita que rompiera el aburrimiento, premió al granadino con aplausos en los dos primeros rehiletes y con ovaciones cuando agarró el célebre violín, aunque el toque fue muy desafinado.
"El Fandi" podía apuntarse a una Olimpiada. Con toda seguridad que gana la medalla de oro de los cien metros lisos corriendo hacia atrás. Tras la demostración deportiva del torero sobre la arena y el aguante del público, "El Fandi" se apagó con la muleta ante "Espiguito". El negro mulato bragao no pudo resistir el esfuerzo físico al que le había obligado el atleta en la carrera de los rehiletes.
"El Fandi" necesitó muchos espadazos para darle el turno al siguiente compañero.
No hubo solución en la continuidad. El espectáculo iba decayendo hacia la desesperación general. Mucho silencio tradicional en la Maestranza , cuando estaba justificada hacer una huelga general. La buena educación no está reñida con una argumentada y sonada reprobación. "El Cordobés", ante "Fogoso", otro negro mulato bragao de muy mala espina, no permitió el lucimiento al matador. El de Arganda del Rey acabó tirando la toalla. Churro total en el primer pinchazo y estocada de alivio para la despedida.
Rivera Ordóñez, como si estuviera en una plaza de pueblo, quiso hacerle la competencia a "El Fandi" en banderillas. Colocó tres pares de rehiletes a "Flautista", por si sonaba la flauta. Al ex duquesito consorte le falta pellizco para ejecutar esta suerte y el público más popular premió al madrileño con palmitas. Mucha sosería en el encuentro con el toro, sin ofrecer el cofrade de la Esperanza la belleza que tienen estos duelos cara a cara con el animal.
Con la muleta, Ordóñez no pudo hacer nada ante el animal. A la hora del volapié, cuatro entradas con la espada y un recado de la presidencia. Pitos y "Flauta".
Como el sexto toro de la desgraciada jornada taurina no era nada boyante, el presidente quiso compensar la inquietud del respetable cambiando a "Violetero", un negro mulato listón que no estaba ni para Luís Mariano. Saltó al ruedo "Azucarero", otro negro de Marca para cerrar la negra tarde. Pero la mansa res tampoco fue un dulce postre.
Como la tarde se hundía de forma tan precipitada, "El Fandi" quiso aliviar el desastre taurino con nuevas banderillas. No puso sólo tres pares, sino cuatro. Sólo el tercero, colocando los rehiletes por dentro, fue el único en el que estuvo más acertado. Quiso repetir con el cuarto par el numerito del violín, pero lo que hizo fue tocar el piano. Eso sí, nueva exhibición atlética como si estuviéramos en las pistas de La Cartuja.
Al salir de la Maestranza no nos podíamos quitarnos de encima la mala Marca.
Se cierra hoy el ciclo taurino de la Pre feria y de la Feria con farolillos, con programa doble. Por la mañana, corrida de rejones para Antonio Domecq, Rui Fernández, Andy Cartagena, Martín Burgos, Sergio Galán y Leonardo Hernández, hijo, con toros de Murube; por la tarde, los Miura para José Prados "El Fundi", Juan José Padilla y Javier Valverde. Primero la belleza del toreo a caballo y por la tarde, riesgo y emoción asegurados.
Fernando Gelán