Comienzan los festejos taurinos de la Plaza de Toros de la Real Maestranza en el amplio pórtico de la Feria de Abril
Volvieron los toros a la Plaza de Toros de Sevilla tras la corrida desigual en la inauguración de la temporada. Hubo una novillada atractiva para abrir boca, pero tanto fue el cántaro a la fuente que los más esperados, Luque y Oliva Soro, perdieron la oportunidad de hacerse hombres sobre el albero de la Maestranza. La terna novilleril estuvo compuesta por Daniel Luque, Agustín de Espartinas y Oliva Soto, que lidiaron reses de la Dehesilla. No hubo más alegría que la de ver a Curro Romero en los tendidos. El novillero de Espartinas le brindó la muerte de uno de las reses al Faraón de Camas.
Poca historia tuvo el festejo, en la que Luque mostró cierto empaque torero y Oliva Soto sus futuribles cualidades. Pero la tarde no fue muy fina.
LAS CORRIDAS EN EL PORTICO FERIAL
Ya estamos en pre-feria, como en pre-campaña electoral. Pero los políticos tienen otros toros que lidiar, muy diferentes a los morlacos que salen por los toriles al son de los clarines del miedo.
Tanto Eduardo Canorea como Ramón Valencia, cada uno a su estilo, han ajustado unos carteles propios para la Feria de Sevilla. En este pórtico cercano a los días de fiesta grande en el Real, un puñado de corridas para que el cuerpo se vaya entonando para las sensaciones más fuertes.
En la primera de la pre-feria, seis toros, seis, de la ganadería de La Dehesilla para Uceda Leal, Antonio Ferrera y Antonio Barrera. Fue una tarde-noche con algún que otro bostezo de aburrimiento. Festejo donde el reloj del presidente marcó los tiempos de los últimos tercios de Uceda Leal y Ferrera en sus primeros toros y de Barrera, en el que cerró plaza. A los tres les mandaron un aviso al filo de la caída de las reses..
El único matador que animó la jornada fue el balear Antonio Ferrera, que se lució en banderillas en sus dos toros, pero de manera especial en el segundo que le tocó en suerte. Con los quiebros que hizo con los rehiletes levantó a los espectadores de sus asientos. Ganó merecidamente una oreja por su quehacer artístico, su valentía y su constancia ante el negro morlaco llamado Miracielo. Todo enriquecido con la música de la Banda del Maestro Tejera, dirigida ahora por el hijo de Pepe Tristán.
El segundo toro de la tarde, llamado Tequila, negro burraco, y que le tocó en suerte a Ferrera, perdió el pitón derecho en el choque con el picador. La res fue sustituida por un sobrero de José Luís Pereda, que tampoco dio buen juego al balear. En este toro fue cuando recibió el aviso. En su segundo, Ferrera se ganó el único trofeo de la jornada.