La manía que tiene ABC de Sevilla en ofrecer una imagen falsa y manipulada de la ciudad. Álvaro Ybarra está ahora más preocupado por alejarse del "morbo" de las cofradías con mucha pasión y más Cretario y se olvida del papel de serio informador para difundir todo cuánto de verdad sucede en nuestra ciudad. Un día le metieron Barba por liebre y, sin encomendarse ni a Dios ni al diablo, metió la pata hasta el corvejón.

Viene todo esto al cuento de lo que publicaba este diario de pequeño formato el pasado viernes, en su segunda página. Una gran foto de la avenida de la Constitución y un titular que decía que el centro estaba lleno de turistas. ¿De qué puede estar llena esta parte histórica de la ciudad? En el centro está la Giralda , la Catedral , el Alcázar, el Archivo de Indias, el barrio de Santa Cruz, el Ayuntamiento, la calle Sierpes, la estatua de San Fernando, y hasta Robles Álvarez Quintero y Placentines. ¿De qué va a estar lleno el centro? ¿Se van a ir los turistas al Polígono Sur, con todos los respetos para ese Sur que existe y que gobierna Torrijos?

Sin embargo, el día de la inauguración del metrocentro, vulgarmente conocido como tranvía, el centro se llenó de sevillanos, de miles de ciudadanos y ciudadanas. La avenida hasta los topes -el moderno tranvía no los lleva--, y la Plaza Nueva , donde se ofrecía un concierto con motivo de la puesta en marcha del nuevo transporte terrestre, a reventar. Nada de esto dijo el ABC de Sevilla de Ybarra, siempre presto a cualquier petición que le haga el PP de Joaquín Peña, del grupo de Zoido. Recado que al ABC le mandan desde el palomar de la Casa Grande , recadito pasado por Barba que figura rápidamente en las páginas del rotativo de Vocento, caiga quien caiga. 

El día de la inauguración del metrocentro se produjo la concentración de sevillanos jamás pensada, pero para ABC sólo se llena la avenida con la llegada de los turistas. A este paso, le pueden conceder al diario de Ybarra aquel premio que en tiempos de la memoria histórica lo recibía al turista un millón.

Álvaro de Bazán

A la absurda Ley de la Memoria Histórica le están saliendo muchas criadas respondonas. Mal asunto éste que levanta polémicas, cuando era mejor no armar más revuelo que el que desgraciadamente hubo hace ya más de sesenta años. ¿Afectará esta extraña Ley a los que quemaron las iglesias y los conventos de Sevilla? Porque también hicieron mucho daño en la ciudad, tanto humano como material.

¿Sólo son culpables los franquistas y los símbolos del dictador? Porque si esta ilógica normativa se aplica en Sevilla pueden desaparecer del mapa urbano un montón de barrios y de instituciones. Se puede empezar en la Fototeca Municipal y quemar todos los negativos y fotos de las visitas, inauguraciones y reuniones oficiales que Franco mantuvo con el pueblo de Sevilla. Asimismo, pasar por la trituradora todos los viejos periódicos donde aparezca la figura de Franco y sus actividades. Los diarios FE y Sevilla, que se guardan en la Hemeroteca, habrá que quemarlos en el Callejón de la Inquisición.

La avenida de La Palmera, lugar donde se celebró el desfile de la Victoria franquista en 1939, presidido en Sevilla por el dictador, tendrá que ser vendida por parcelas y edificar bloques de viviendas del VPO construidas por la EMVISESA, para borrar todo vestigio de aquel pasado.

Asimismo, derribar todos los pantanos que inauguró el Caudillo y que abastecen a Sevilla, y quitar de un plumazo los barrios del Polígono San Pablo, que además fueron inaugurados por Franco en persona.

Y, sobre todo, suspender las actividades de Hermandades como la Paz, que fue fundada por ex combatientes de la guerra civil que lucharon con el dictador y ordenar la exterminación de la Hermandad de San Buenaventura, porque a ella perteneció José Antonio Primo de Rivera, cuya figura dio origen a la fundación de la Falange Española, que era el único partido, con las JONS y los tradicionalistas, durante la época franquista.

¿Y qué hacemos con la Basílica de la Esperanza de la Macarena, que se construyó porque el general Bohórquez, franquista, solicitó dinero a todos los sevillanos para levantar este templo? La tumba donde reposan los restos de Queipo de Llano tendrá que desaparecer de las naves del templo de la Macarena. ¿Y la corona que era de la Esperanza y que entregó la hermandad de la Macarena a Queipo de Llano para que se vendiera y se destinara la recaudación a las tropas nacionales? ¿Se expropiará este símbolo del franquismo? ¿Qué sanción se le pondrá a la Esperanza de Triana que tuvo la osadía de recibir a Francisco Franco como hermano de honor de esta Corporación?

Sevilla está llena de símbolos y recuerdos del franquismo. Como muchas ciudades españolas. También habrá que tirar el Puente del Generalísimo y la Universidad. Y con el Alcázar, ¿qué hacemos? ¿Se amontonarán en una hoguera los muebles de las habitaciones que ocupaban el Caudillo y su familia en este Palacio sevillano? ¿Será clausurado ese balcón del patio de la Montería donde el Caudillo pronunciaba, durante sus visitas a nuestra ciudad, su arenga a los cientos de sevillanos que se apiñaban en esta zona del histórico monumento? Y con el coche enjaezado que utilizaba el dictador para pasear por la Feria, preparado por el Ayuntamiento, ¿qué hacemos?

La Ley de la Memoria Histórica, de locos, revive seis décadas después unos tristes pasajes que estaban ya olvidados. En Sevilla, como en el resto de España, viven aún personas que trabajaron en el régimen franquista. Para esta gente, ¿comienza ahora una nueva guerra civil? Ellos han estado viviendo en este régimen democrático y de libertad olvidando el pasado. Por qué no dejamos esta historia en paz. Como el Almirante Carrero Blanco -que tiene una avenida en Los Remedios--, fue un símbolo del franquismo, ¿hay que perdonar a los etarras que le asesinaron? Mardita Ley.

Se me ha ocurrido proponer a Zapatero que se decrete una Ley de la Memoria Histórica de los Moros. Como los islamistas fueron los culpables de la horrible matanza del 11-M en la capital de España, se puede poner en marcha una norma de la memoria para derribar los símbolos musulmanes. En Sevilla hay la tira. Tuvo que llegar Fernando III para poner orden a más de cinco siglos de dominación árabe. ¡Ay, mi Giralda!

Álvaro de Bazán

El palomar del PP en el Ayuntamiento de Sevilla

Los del PP son como niños --¿o son niños? --.

Yo veo que la chavalería del grupo de la oposición está muy verde. Son los únicos rivales del PSOE que quedan en el Ayuntamiento, pues el PA, al desaparecer, no pudo ayudar a los populares para un pacto de. ¿qué?, ¿de líos del montepío?.

Creo que Zoido tiene en su equipo a excesivos hinchas de los Biris Norte. Con la pasión no se juega desde el palomar del Ayuntamiento de Sevilla. El representante del grupo popular debería ser más precavido a la hora de lanzarse a la piscina, porque se puede encontrar sin el líquido elemento. Cemento puro y duro.

La denuncia que hizo el PP sobre las obra en la sede del PSOE en la calle Luís Montoto va a quedar, únicamente, en la sanción que le imponga por la crujía la Gerencia de Urbanismo de Sevilla. PSOE multa a PSOE. Y nada más. Zoido no ha ido a los tribunales a poner a los socialistas en la picota, porque al final todo va a terminar como el cuento de la lechera. A los nuevos "niños" del PP, a esos que quieren imitar al campeón Arenas, se les rompen demasiados los cántaros de la nada.

Los "boys scouts" del palomar de la Casa Grande llaman a los respectivos Barba de los medios de comunicación y sin encomendarse a Dios, sino al diablo, te endiñan un dossier y unas declaraciones que hacen suspirar a los ingenuos informadores porque creen que han logrado el pelotazo del año.

Estas meteduras de patas tienen que formar parte del libro de normas ocultas del PP. En la anterior legislatura, cuando ya se acercaban las elecciones municipales, el "niño" Joaquín Peña quiso armar la marimorena con otro cuento de la lechera. A pesar de que en la propuesta y en la realidad se podía ver, comprobar y cotejar -con luz y taquígrafos--, que había un error, el joven popular, a pesar de reconocer ante mí que era imposible lo que en el documento se recogía, siguió adelante con sus pataletas porque quería cargarse a un concejal del otro bando. El petardo arcángel de Peña hizo el ridículo más grande de la historia municipal del PP.

Lo cierto es que cada partido trabaja más para dañar al contrario -caiga quien caiga--, que para favorecer a la ciudadanía. El PP, por cargar contra el PSOE, magnificó el tema de las obras de la sede socialista en Luís Montoto. Sin embargo, ninguno de estos chavales de Zoido ha hecho una huelga de hambre para que quiten las catenarías del tranvía, que en el concepto urbanístico de la ciudad representan un problema más gordo que la crujía de ese edificio socialista que está pegado a los antiguos Caños de Carmona. Tampoco se han preocupado de defender con uñas y dientes a los comerciantes del centro, dañados económicamente por la excesiva peatonalización, ni se han encaramado en lo alto de las setas de la Plaza de la Encarnación para que Sevilla no se convierta en una ciudad llena de monstruitos urbanos.

Uno está por el progreso y por la modernidad, pero hay proyectos y hechos que rompen la imagen y el desarrollo de Sevilla. Ningún Peña del PP ha sido capaz de convocar seriamente a la prensa para tratar el futuro de Sevilla. Ahí, arriba, en ese palomar de la Casa Grande , es donde se ha derribado la crujía. Si el PP de Zoido está entre los "niños" del palomar y su futura representación en el Parlamento, ¡vaya cuatro años de oposición de papafritas que vamos a tener en Sevilla!

Alcalde, Monteseirín, sigue adelante. No hay enemigo.

La presidenta de la Comunidad de Madrid vino a Sevilla hablar de su autonomía

Según leo en la competitiva prensa local sevillana, Esperanza Aguirre aterrizó en Sevilla para participar en la conferencia inaugural del curso del Foro Antares. No asistieron destacadas personalidades sevillanas ni andaluzas a este acto. Aguirre se vio arropada por Arenas y Zoido, pero no hubo, ni siquiera por cortesía, una representación oficial que le diera a esta convocatoria un institucional rango político.

Esperanza Aguirre, aparte de su carisma y su personalidad, llegó algo desorientada a nuestra tierra. La presidente de la Comunidad madrileña vino a Sevilla a pronunciar una esperada y profunda conferencia política, pero se puso a hablar de su territorio autonómico y, sobre todo, a desarrollar en el coliseo de Genaro Parladé el primer "mitin" del PP de la temporada, cara a las elecciones generales de marzo.

Para censurar a Zapatero -con el cero patatero de Aznar--, está Mariano Rajoy, que es político de más peso y envergadura. Venir Sevilla a quejarse de que los Presupuestos Generales del Estado le han dado la espalda a la Comunidad de Madrid, nos parece una tomadura de pelo, cuando la Comunidad de Andalucía está tan necesitada de muchas más inversiones.

Creo que no ha contado Esperanza Aguirre, con lo buena persona que parece, con consejeros avispados en Andalucía. Ni Arenas, esta vez pura cal, ni Zoido, metido a denunciar obras ilegales del PSOE y no a luchar por el caos de la peatonalización del centro que afecta a miles de sevillanos, le han informado a la Aguirre cuáles son los verdaderos problemas de Andalucía y de la capital de Sevilla. Nadie de sus correligionarios en esta tierra de María Santísima orientó a la presidenta de la Comunidad de Madrisss, para que, con su habilidad postinera, hablara de cómo palpa nuestra Andalucía desde la atalaya del centro de España. Se viene a Sevilla a cortar orejas y rabo y a salir por la Puerta del Príncipe, pero no a presumir, con sorprendente suficiencia, de su gestión en la plaza madrileña para meter envidia a los sevillanos.

Esperanza Aguirre se equivocó o intencionadamente le dieron en Sevilla, sus compañeros de grupo, gato por liebre. No sé si ha sido una travesura de Arenas, que está ya más pasao que el arroz, pero a la presidenta madrileña le faltó chispa, intencionalidad y, sobre todo, demostrar como gobernante lo que  representa Andalucía en todo el territorio español y qué se puede hacer en esta histórica comunidad para el futuro inmediato y a corto plazo. Si Esperanza Aguirre largó el latiguillo del cero patatero para Zapatero, para decir en Antares lo que dijo, merece por ello un claro suspenso, con abundante cosecha de calabazas incluida.

Fernando Gelán

El PP cabalga de nuevo con el "Niño" a la cabeza de la manifestación popular andaluza. Otra vez Javier Arenas con el laurel de combate para batirse en las arenas de las autonómicas. Insiste el PP con este chaval de Olvera, que está ya más pasado que el arroz de Catalina.

Ya dije en este periódico digital de Sevilla -y se recoge también en el último número de La Voz--, que el grupo que preside Rajoy tenía que haber colocado a Juan Ignacio Zoido, que es un político con más frescura que Arenas, pues éste ya tiene los colmillos demasiados retorcidos, en el buen sentido popular de la expresión.

Javier Arenas tendría que haber meditado su retirada. Le hubiese convenido unos años sabáticos. Dejar que la pelea con Chaves le lleve otro compañero de filas. Es verdad que se hizo la prueba con Teófila Martínez. Y la alcaldesa de Cádiz alcanzó buenos puntos. El PP necesita otra imagen que el moreno color de la piel tostada del ex concejal sevillano y sus prematuras canas blancas, blanquísimas.

Se sabe que es difícil derribar a los socialistas. Desde la tortilla de Alcalá de Guadaira el menú ha sido siempre el mismo. Pasaron por el poder andaluz figuras como el recordado Plácido Fernández Viagas, Rafael Escudero y José Rodríguez de la Borbolla. Y desde hace más de una década rige los destinos de la región el incombustible Chaves, con su arroz y no pa tó.

Pierde una gran oportunidad el PP. Muchas veces hay que saber retirarse a tiempo. El "campeón" insiste en subirse a la lona, aunque él sabe, Javier Arenas, que la mejor llave de esta grecorromana la tiene aún el ceutí.

A Javier Arenas le pasa como al ABC de Sevilla: Siempre ve males en los grupos no afines a su política mediática. El pequeño rotativo sólo divulga las cosas buenas de los populares. Y así les va. Al PP, digo, al PP. En el Ayuntamiento, llaman al "palomar" al barba de turno y le endiñan el mamotreto de los expedientes municipales para la creatividad informativa de la casa. En la Junta de Andalucía, como los populares están casi en el ostracismo, Javier Arenas pasa tan desapercibido que no hace ni sombra cuando transita peatonalmente bajo el sol que mas calienta.

Arenas, vete ya. Pon a defender esta tierra a otro mozo menos "Niño", menos "Campeón", y más gallardo y pinturero. Alguien que sepa enfilar la "carrera oficial" de las autonómicas y rompa los huevos de la tortilla campestre de Alcalá de Guadaira. Vaya tela como dura el "pic nic" de los pinares de Oromana. Fue una tortilla hecha con huevos de oro.

Fernando Gelán

No sé cual será la estrategia de Zoido cuando de verdad comience el curso oficial en el Ayuntamiento de Sevilla. Pero hasta me atrevería a darle un consejo al PP: Que no malgasten las fuerzas del actual portavoz del grupo popular en la Casa Grande y lo preparen bien para las elecciones andaluzas. Si. Así de claro. Y no estoy loco. Creo que Javier Arenas necesita un largo descanso. El “Niño” ha quemado ya todas sus naves y no sabe salir a flote por mucho que cargue –campeón--, contra Manuel Chaves. Todos los truquillos políticos de este político natural de Olvera se conocen sobradamente y, además, se palpa que ha perdido hasta la confianza para alcanzar los objetivos finales. En las pasadas elecciones municipales, Juan Ignacio Zoido ha demostrado que sabe crear el ambiente necesario para llevar a cabo una nueva línea de expectación. Zoido ganó las elecciones, pero le falló el PA, que terminó descalabrado. Toda la preparada pelea políticamente correcta del popular y su equipo se fue al garete por el fracaso andalucista. Alfredo Sánchez Monteseirín se pudo apoyar en Izquierda Unida y habrá Ayuntamiento de izquierdas – del pacto de progreso al pacto de la coherencia--, otros cuatro años más. De esta forma comienza un nuevo curso. El PP, en el palomar de la Casa Grande, y el PSOE e IU, otra vez en los máximos puestos del ordeno y mando. ¿Más de lo mismo? Tenemos metrocentro, catenarias, parasoles, raíles de tranvía, ajustadas peatonalizaciones, los barrios que son mis barrios, y hasta un San Fernando más limpio y saneado en la Plaza Nueva. Después de la Sevilla de las personas, del Sur existe y de la Sevilla de Compras y de los Sueños, tanto Monteseirín como Torrijos tendrán que sorprender a los ciudadanos y ciudadanas con muchas más realidades y positivas creaciones. Se dice que Alfredo Sánchez Monteseirín no llegará a terminar sus cuatro años como alcalde en la Casa Grande. Se habla en círculos políticos que está apuntado en unas listas previas a las elecciones andaluzas y generales. Todo cuanto ocurra lo iremos viendo poco a poco. De momento llega el nuevo curso 2007-2008 y empiezan las cosas en serio, porque las vacaciones han terminado. No cabe la menor duda de que los sevillanos exigirán más a los que están gobernando la ciudad. Ya no será cuestión de arcas más o menos repletas o vacías, sino de imaginación y destreza. El reto para los que han vuelto a pactar para seguir gobernando la ciudad es bastante más complicado que en la legislatura pasada, pues PSOE e IU estrenaban un pacto, que ahora se ha consolidado. Los ciudadanos y ciudadanas serán ahora mucho más exigentes. No dejarán pasar ni una. Y volviendo a lo escrito al comienzo de este artículo, el PP ha de reflexionar sobre el futuro de Javier Arenas, cuya imagen ya está suficientemente gastada. Zoido demostró que puede ser la alternativa para las andaluzas, porque cuatro duros años en la oposición municipal pueden acabar con su futuro político.

Fernando Gelán