Ciudad Jardín
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El Distrito Municipal de Nervión, cuyo responsable es el teniente de alcalde del Ayuntamiento de Sevilla, Gonzalo Crespo, ha convocado un concurso para dar nombre a las Glorietas del histórico barrio de Ciudad Jardín. Como aportación histórica, en la redacción de LA VOZ DEL DISTRITO se ha confeccionado un trabajo literario sobre los orígenes del barrio, sus costumbres, sus tradiciones, sus personajes, sus fiestas y sus protagonistas más populares. El barrio de Ciudad Jardín de la Esperanza nació en la época de la Exposición Iberoamericana de 1929. Un popular barrio, que celebró en el año 2004 el 75 aniversario de su creación.
Situación de Ciudad Jardín
Restauración de Ciudad Jardín
Personajes del barrio
Situación de Ciudad Jardín
El tradicional barrio de Ciudad Jardín se delimita entre la avenida de Marqués de Pickman, la Ronda de Tamarguillo, la avenida de Ramón y Cajal y la avenida de Ciudad Jardín. Las primeras viviendas estaban destinadas a albergar a los visitantes de la Exposición Iberoamericana de 1929, que podían utilizar las nuevas edificaciones como residencia u hoteles. La mayoría eran casas de planta baja y con una pequeña superficie ajardinada, que supuso en aquellos tiempos un nuevo estilo urbanístico en la ciudad.
Posteriormente se levantaron los llamados bloques colectivos, cuyo proyecto fue obra de Gonzalo Iglesias Sánchez-Solórzano. Este barrio tiene una población aproximada de 6.000 personas. Muy vinculado a este zona de Ciudad Jardín está el barrio conocido por Cortijo Maestroescuela, que es una prolongación hacia la zona más popular y tradicional de Nervión. Su origen data del siglo XVII. Antes de la urbanización de esta zona, los terrenos eran propiedad del Marqués de Nervión.
Una empresa inmobiliaria adquirió estos terrenos sobre el año 1920, en el pasado siglo, con el propósito de construir el conjunto de chalets u hotelitos para la citada Exposición de 1929, siendo el comité de dicho evento el patrocinador del barrio.
Su trazado parcelario, con alternativas lineales y curvas, creó un espacio urbano inédito en Sevilla. con esas viviendas de baja altura que trataban de ser un modelo de expansión urbanística de la ciudad, con plazas recogidas y sombreadas por árboles y patios exteriores para cada vivienda. Un modelo que no tuvo continuidad, porque el problema de la vivienda se acrecentó en la ciudad y se fue entonces hacia la construcción de grandes bloques.
Curiosamente, la nueva barriada de Ciudad Jardín no cumplió nunca los objetivos iniciales, ya que la Exposición Iberoamericana del 29 no recibió el número de visitantes esperados. No hubo necesidad de utilizar las nuevas viviendas de Ciudad Jardín para alojar a los visitantes de la Exposición del 29. Entonces se decidió entregar estas viviendas a particulares, cuyos vecinos en aquella época tuvieron grandes problemas por la despreocupación del Ayuntamiento. No había entonces servicio de limpieza y recogida de basuras y se acentuaron otros problemas, como el del transporte público. El tranvía sólo llegaba hasta una zona determinada de Nervión y del Matadero. Faltaba iluminación y las calles no estaban asfaltadas ni adoquinadas.
El barrio de Ciudad Jardín, en sus primeros años, siempre estuvo amenazado por el canal del arroyo Tamarguillo, que corría a cielo abierto por las cercanías. Siempre lleno de basuras y con peligro de desbordamiento. Una de las inundaciones que más daño causó en esta zona fue la del año 1936. El Ayuntamiento tuvo que atender a las familias afectadas, que fueron desalojadas rápidamente de sus viviendas y trasladadas a una nave del antiguo Matadero Municipal, que fue utilizado como refugio provisional. Allí permanecieron cientos de familias residentes en Ciudad Jardín y del Cerro de Águila -éste barrio mucho más afectado por la arriada--, hasta que bajaron las aguas desbordadas del arroyo a cielo abierto del Tamarguillo.
Otra peligrosa inundación que causó daños en el barrio de Ciudad Jardín fue la que tuvo lugar en el mes de noviembre de 1961, cuando se produjo la rotura del muro de contención situado en la avenida de Kansas City, cerca de la antigua estación de Santa Justa. Después de esta inundación del año 1961, se llevaron a cabo las obras para crear la Ronda del Tamarguillo, quedando las aguas del arroyo canalizadas en tuberías y controladas bajo tierra.
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Una vez pasada las graves inundaciones del año 1936, el Ayuntamiento comenzó a realizar obras de reconstrucción del barrio. En aquella época las calles estaban sin pavimentación y algunas casas se resquebrajaron por lo endeble de la construcción. Los vecinos se negaron a pagar los alquileres por la falta de atención de los organismos competentes. Pero Ciudad Jardín, poco a poco, se fue transformando. El Ayuntamiento puso a trabajar a los parados y el barrio notó rápidamente el cambio. Se urbanizaron las calles, se dotó de luz eléctrica a toda la zona y hasta se construyó una piscina y un jardín infantil. Entonces se iniciaron también las obras de una guardería, en cuyos terrenos se edificó recientemente el actual Centro de Día de la Gran Plaza.
El 13 de octubre de 1949, Ciudad Jardín completó su expansión urbanística con la construcción de un grupo de viviendas militares, que fueron entregadas por propio el capitán General de la II Región Militar.
En la historia de Ciudad Jardín hay que hacer mención de ciertos edificios e instituciones que están vinculadas a la propia imagen de este barrio. Destaca el antiguo Matadero Municipal. Un edificio neomudéjar que fue construido en 1916 por el arquitecto José Sanz López. Años más tarde, cuando nace Mercasevilla, el antiguo Matadero fue restaurado y en él se instaló el Colegio Ortiz de Zúñiga y el Conservatorio de Música Hilarión Eslava. En otra zona de este edificio, con entrada por la Ronda del Tamarguillo, la Banda Municipal encontró unas dependencias para realizar sus periódicos ensayos musicales. Fue el maestro José Albero Francés, ya jubilado, el director que estrenó estas dependencias.
También hay que hacer mención del antiguo edificio del Mercado Municipal de Nervión, aunque actualmente los puestos estén desde hace años en una zona provisional de la Ronda del Tamarguillo, inaugurada por el alcalde hace pocos años.
El desaparecido Mercado de Nervión estuvo asimismo muy vinculado a la zona de Ciudad Jardín. Estaba situado en la calle Marqués de Pickman, frente a las populares viviendas del barrio. Este Mercado de Abastos se inauguró en la década de los 40, aunque en los últimos años del siglo pasado pasó por una grave situación. El edificio se encontraba en muy malas condiciones y no prosperó entonces un ambicioso proyecto de los comerciantes para derribar la vieja nave y levantar otro inmueble con zonas de aparcamientos y la modernización de todos los servicios.
En otra de las edificaciones emblemáticas de Ciudad Jardín está el restaurante El Toboso, situado en la Gran Plaza y con fachada a las calles Marqués de Pickman y Alfonso XII. Este inmueble, también de los primeros años del siglo XX, sigue la línea de proyectos creados por el recordado arquitecto Aníbal González, para la Exposición Iberoamericana de 1929.
No hay iglesias dentro del barrio propio barrio de Ciudad Jardín. Quizás debido a las características urbanísticas de las edificaciones que se levantaron en estos terrenos. Pero en la avenida que lleva el título del barrio, frente a las históricas casas de Ciudad Jardín, se levantó una modesta parroquia que fue consagrada con el título de La Milagrosa, como el nombre que lleva la histórica peña que hay dentro del barrio.
Hasta el año 1994 no finalizaron las obras de remodelación para transformar la humilde iglesia en un nuevo y espléndido edificio para acoger a los cientos de fieles de toda esta popular zona del Distrito. En la parroquia de La Milagrosa se organizan -hay un párroco activo que llegó desde la parroquia de Omnium Sanctorum--, solemnes actos en honor de la imagen de la Virgen la Milagrosa y de la Virgen del Rosario -ambas han salido en solemnes procesiones por Ciudad Jardín--, así como en Semana Santa, con la organización de un solemne vía-crucis por el barrio que preside la espléndida imagen del Crucificado del Consuelo, una talla que fue bendecida en un acto multitudinario con asistencia de los feligreses de Ciudad Jardín y del barrio Maestroescuela. Es decir, desde la Ronda del Tamarguillo hasta San Francisco Javier. En la parroquia de La Milagrosa se prepara en el mes de junio una íntima procesión eucarística, con una participación importante de las gentes del barrio.
Aquí, en Ciudad Jardín, hay un buen número de entidades y asociaciones con mucha tradición. Hay que destacar la Asociación Cultural y Deportiva "La Milagrosa", que hace pocos días celebró el 30 aniversario de su fundación, con solemne función en la parroquia y fiesta grande con cante en una entrañable convivencia en su sede social, y la Asociación de Vecinos "La Esperanza", cuyos directivos estuvieron preocupados siempre de la calidad de vida en el barrio y mucho más en estos últimos años con Carmen Infantes en la presidencia.
"La Milagrosa" fue pionera en el desarrollo del fútbol base, pero alcanzó enorme popularidad cuando comenzó a organizar hace varias décadas la famosa Cabalgata de Reyes Magos,. Todo estos sueños se hicieron realidad gracias al esfuerzo de sus Juntas -Rafael, Joaquín, Carmelo, Tomás...--, y según me ha dicho su actual presidente, Tomás Bancalero, -que continúa la labor de los anteriores responsables--, se va a recuperar esta gran fiesta para la mañana del 6 de enero de 2004. "La Milagrosa" necesita que todos apoyemos este cortejo de la ilusión que recorre el barrio de Ciudad Jardín. Contará, sin duda alguna, con toda la solidaridad del barrio, porque esta entidad destaca por su amor a las tradiciones.
En "La Milagrosa" también se defiende y se divulga el cante nuestro, el cante de nuestra tierra. Aquí tuvo su origen la actual Escuela de Saetas de la Hermandad de la Sagrada Cena. Un día llegó a "La Milagrosa" Pepe Medina y entre saeta y saeta, incienso y manzanilla, se sentaron las bases para formar a los jóvenes saeteros de toda la provincia.
Otra entidad señera en el barrio es la Peña Deportiva "Ciudad Jardín". También en esta zona y durante muchos años estuvo ACERECU, una entidad muy metida en el barrio y con los jubilados con solera. ACERECU con Violeta y su equipo al frente de todos los proyectos tuvo sus años de gloria cuando resistió en los altos del histórico edificio ubicado en la misma Gran Plaza.
Asimismo hay que hacer mención a la construcción en la década de los sesenta de Piscinas Sevilla, ahora reconvertida en buena parte en un espléndido gimnasio deportivo. Fue el empresario Juan Muñoz quien levantó en 1961 este centro deportivo. Estas instalaciones fueron proyectadas por el Ayuntamiento, cuya Corporación Municipal otorgó al citado empresario una concesión por treinta años. Aquí llegó a jugar en sus instalaciones el viejo equipo el Sevilla Fútbol Club de baloncesto, cuando la sociedad decana de Nervión tenía esta sección deportiva. Un jugador de este equipo, Abascal, llegó a fichar en la década de los setenta por el Juventud de Badalona, que estaba en aquella época en la elite del basket nacional. Durante muchos años fue lugar de concentración de muchos sevillanos.
Futbolistas, toreros y periodistas jugaban casi a diario en las pistas del frontón. De todos los barrios de Sevilla se desplazaban numerosos grupos de ciudadanos hasta Piscinas Sevilla, aquí en Ciudad Jardín, para tomar el sol caliente del verano sevillano y darse un refrescante chapuzón en la piscina grande o en la pileta reglamentaria destinada a los buenos nadadores.
Se celebró en Piscinas Sevilla, además de varios campeonatos nacionales de natación, el primer partido de béisbol entre dos conjuntos norteamericanos, con la presencia en el choque de las atractivas animadoras con sus coloristas plumeros.
El campo de fútbol fue centro de competiciones de la local, bajo el control de la Federación Andaluza de Fútbol, y sede definitiva de los populares equipos de la zona, donde el histórico Nervión siempre contó con el apoyo masivo de sus incondicionales.
El terreno de juego ha sido muchas veces escenario para las grandes fiestas deportivas del Club Deportivo Nervión, con motivo de sus conquistas futbolísticas y de sus aniversarios y fines de temporadas.
En esta zona del Distrito evoluciona y progresa una entidad tan importante como el Centro Asturiano en Sevilla, que desde que tiene su sede en este barrio multiplicó sus actividades sociales y culturales, creando además una Aula Astur-Sevillana para difundir los buenos paisajes asturianos, la buena comida de las tierras verdes del Principado, la hidalguía y la bondad de sus gentes y la convivencia entre asturianos y sevillanos.
Ahora es presidente de esta institución José Luis Bedia, pero con anterioridad estuvo otro destacado asturiano que está en el recuerdo de todos los vecinos de Ciudad Jardín y de todos los ciudadanos de Sevilla. Me refiero a Joaquín González, que desgraciadamente ya no está con nosotros, pero que tuvo el acierto de unir sentimientos asturianos y sevillanos con sus actos, sus entrañables convocatorias, sus homenajes y sus grandes jornadas. Los nombres de ilustres personajes recibieron la simbólica "madreña" creada por el inolvidable Joaquín Álvarez.
José Luis Bedia, que tomó el relevo en la presidencia de esta galardonada institución, es actualmente quien se ha responsabilizado de mantener el listón alto del Centro. Cada septiembre, el Día de Asturias en Sevilla. Música y personajes asturianos en grata convivencia. Y todo el año, unión astur-sevillana para unir culturas y sentimientos.
Todo esto y mucho más cosas hay en Ciudad Jardín. El barrio cuenta ahora hasta con el mejor Centro de Día para jubilados y personas mayores, levantado en el antiguo solar de la vieja Guardería Infantil, que quedó cerrada hace años.
Este Centro de Día estaba antes en la Gran Plaza. Allí se reunieron durante muchos años miles de personas mayores. Pensionistas que tras su cafelito en la vieja Ponderosa se sentaban a jugar a las cartas, a mover las fichas de dominó o a escuchar al viejo Moliní soñar con la construcción del nuevo Centro de Día en Ciudad Jardín. Sueños que se hicieron realidad.
La Asociación de Vecinos "La Esperanza", que durante muchos años fue presidida por Carmen Infantes, tiene desde hace algunos años un nuevo responsable. Es un hombre popular en el barrio y tomó las riendas de esta entidad histórica para trabajar por sus vecinos. Se trata de Joaquín Zulueta Trigo, que está realizando una espléndida labor en esta entidad. Puertas abiertas para esta comunidad de Ciudad Jardín para celebrar cientos de actos. Hay lugar para Talleres, para la Asociación Colombófila y para la convivencia grata y amena. "La Esperanza" está ahí, en la cima de las asociaciones y entidades del barrio, gracias, ahora, a la entrega y el afán de de Quini Zulueta.
Sería interminable ofrecer aquí la lista completa de grandes personajes que vivieron y viven en el barrio de Ciudad Jardín. Siempre habrá algún olvido.
En Ciudad Jardín también hay que hacer mención a personajes destacados e importantes en la historia del ayer y de hoy de este barrio. Hay una fotografía del vuelo del famoso Zappelin sobre la zona de Ciudad Jardín y el cortijo Maestroescuela bajo su panza que dio la vuelta al mundo. Fue una imagen que recogía desde los cielos el nacimiento de este popular barrio de Nervión-San Pablo.
Una foto histórica que señalaba entonces el camino por donde iban a transitar los buenos vecinos de Ciudad Jardín.
Seguro que paseó por este barrio el laureado poeta Jorge Guillén, que siendo profesor de la Universidad de Sevilla llegó a residir en un chalé próximo a las casas unifamiliares de la Exposición Universal. Tal vez aquí tuvo la inspiración para su "Clamor" o su "Huerto de Melibea". Futbolistas que jugaban el club decano de Nervio, el Sevilla F.C. como Pepillo, vivieron en Ciudad Jardín, Otro popular jugador, el futbolista Juan Arza, vivió en la zona de la Gran Plaza cuando llegó de Málaga para militar en el club blanco. El Niño de Oro", porque fue el fichaje más caro que se hizo en aquella época, quiso vivir en esta zona próxima al viejo campo de Nervión. Arza recuerda las vaquería que existían por esta zona de Ciudad Jardín y los bailes populares en veladas y verbenas.
Muchos toreros forjaron sus ilusiones en el antiguo Matadero Municipal pegadito a las clásicas casas de Ciudad Jardín. Figuras como Pepe Luis Vázquez Garcés, Manuel Rodríguez "Tito de San Bernardo" -que residió muchos años en este barrio y soñó con ser torero en el Matadero Municipal-- Manolo Vázquez y Pepe Luis Vázquez Silva vivieron de forma muy directa toda la actividad que se desarrollaba en aquel edificio neomudejar, donde la familia Vázquez mantuvo durante muchos años una estrecha vinculación profesional.
Unida al Matadero Municipal está también la historia de este vecino que tenemos en Ciudad Jardín, Joaquín Zulueta Trigo. Tanto entiende de toros Zulueta que hasta recibió un año el preciado galardón taurino que concede el doctor Ramón Vila. Zulueta le hizo un quite con su clásico sombrero a un toro de Cebada para salvar de una grave cornada al banderillero Francisco Tejera. El toro se iba directamente hacia su cuerpo en una corrida de Feria en la Real Maestranza. Y el vecino de Ciudad Jardín hizo un quite providencial.
Y aquí, en el Matadero, y así lo ha contado Pepe Luis Vázquez Silva, director de la Escuela de Tauromaquia de Sevilla, él tuvo el privilegio de dar la última puntilla a la última res sacrificada en el histórico edificio municipal de Ciudad Jardín. Toreros que se concentraban también en un eucaliptal cercano al Matadero, para jugar al toro entre las sombras de los robustos árboles. Toreros con los sueños y las ilusiones puestas en muchas salidas por la Puerta Grande de la Maestranza baratillera.
También cuenta Ciudad Jardín con la figura de Rafael Bernal. Un vecino de Ciudad Jardín que trabajó firme para lanzar hacia arriba "La Milagrosa", con toda su historia y sus proyectos. Con humildad, Rafael se disfrazaba de payaso en la espectacular y soñada Fiesta de los Reyes para sacarle una sonrisa a los niños de Ciudad Jardín. Gozaba repartiendo juguetes y caramelos a chicos y grandes. El actual presidente de "La Milagrosa", Tomás Bancalero, recuperó la gran Cabalgata de Reyes de esta entidad y la enriqueció con el apoyo de otras instituciones históricas del barrio.
Hay muchos más personajes en este barrio. Ciudad Jardín tiene una intensa y amplia historia. Numerosos vecinos y vecinas, quizás más en el anonimato, que aportaron su mejor saber y entender por y para el barrio.
Todos han hecho que Ciudad Jardín tenga solera y tradición. Todos han puesto su granito de arena para que el barrio alcance popularidad y grandeza.
Se han cumplido setenta y cinco años de la historia de este popular barrio de Ciudad Jardín, que fue creciendo desde aquella Exposición Iberoamericana de 1929.
A todos sus vecinos hay que agradecerle su participación, su entrega, su labor pública y callada, sus buenas ideas, sus grandes y pequeños proyectos.
Hay mucha vida aquí, en Ciudad Jardín, y donde hay vida hay Esperanza.